Un día lluvioso y fresco, aunque no frío, de esos días propicios para pensar, paseaba por la ciudad con mi cabeza en los últimos acontecimientos vividos. A mi alrededor han fallecido varias personas, unas más cercanas que otras. Es curioso que todas estas ausencias dejen algo en común; el dolor. El dolor de la ausencia, de los planes truncados, del futuro roto, de las experiencias por vivir… ¿Da miedo morir o es peor despedir a alguien? Con este interrogante en mi cabeza pasé todo ese día. Al día siguiente, en cuanto tenía ocasión, preguntaba a las personas con las que mi iba encontrando. Es muy llamativo que mucha gente decía tener miedo a morir, pero todas y cada una de las personas afirmaban que era mucho peor despedir a los seres queridos. En mi cabeza comenzaron a dar vueltas algunas de las personas a las que yo quiero mucho. Efectivamente, era muy doloroso pensar en su ausencia. Mi pensamiento se fue de inmediato a tener en cuenta a esas personas. Yo también les importo. Y no era...
Muy bonita idea Gracias
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