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El fajo de viejas cartas

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 Tengo en mis manos un paquete envuelto en varios plásticos. Tiene una pinta bastante asquerosa. Me lo entregó el personal de la empresa de limpieza que contraté para adecentar la casa de mis padres, antes de ponerla en alquiler. El paquete lo encontraron en el zócalo de la cocina, debajo del fregadero. Ante lo extraño del hallazgo decidieron no tirarlo y dármelo para que yo decidiese.  Con mucho cuidado quito las dos bolsas que envuelven un manojo de viejas cartas, algo estropeadas por alguna filtración de agua. Siento como si tuviera entre mis manos una bomba por desactivar. Es como si las cartas me implorasen que las lea. Tengo miedo y curiosidad a partes iguales. En el remite se lee el nombre de una mujer, Esther, y son de una dirección de Albacete. Están ordenadas, o eso intuyo, por las fechas del matasellos, que aún son legibles. Todas están dirigidas a mi padre.  Abro la primera y poco puedo leer.  “ La pierna de Claudio va mejor, aunque su humor empeora… ”  Sigo leyendo más car

La boda

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 La elección del vestido no fue fácil, pero ha sido muy acertada. El marfil combina a la perfección con el lazo granate de la cintura. Las pequeñas florecillas que la peluquera con harta paciencia le ha colocado en el pelo son un detalle que realza la belleza y a la vez sencillez de la novia.  El primer encuentro de los que en breve serán marido y mujer fue hace un lustro. Las amigas estábamos en aquel hotel de vacaciones y el flechazo fue instantáneo. Al principio creímos que era un turista más que solo pretendía pasar unos días divertidos con una chica, y, sin embargo, siguieron en contacto. Vinieron las visitas de los fines de semana y siempre que le permitía su absorbente trabajo. Así siguen con una relación en la que se juntan los fines de semana y un miércoles cada quince días. A ambos les gustaría que fuese diferente, ahora bien, el trabajo de ambos es incompatible con una compañía a tiempo completo. Al principio fue difícil, aunque poco a poco se fueron amoldando  a los horario

Carta para el yo niña

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  Hola María Lidón: Ya sé que esta carta te sorprenderá, pero tómatela en serio. Te conozco bien, ya lo creo. Eres fuerte, muy fuerte, aunque ahora mismo no te veas así. Ahora te ves frágil, vulnerable y dependiente de todos y de todo. Esa dependencia te va a acompañar demasiados años. La necesidad de aprobación te hará sufrir, pero también te hará luchar. ¡Lucha! Sí, no esperes recompensa de nadie. El reconocimiento no llegará como tú esperas, pero llegará. Trata de vivir como tú quieras sin querer cumplir las expectativas de otros. En el amor, arriésgate. Te van a hacer daño, claro que sí, a pesar de todo, disfruta lo bueno del momento. Ríe, aunque enseñes tus dientes torcidos. Nunca sientas vergüenza de ti, o de tu cuerpo. Eres y vas a seguir siendo bonita. Si alguna vez te quieren forzar a hacer algo que tú no quieres, grita, da igual si es hacer una carrera impuesta o hacer el amor. Pero en esto ten cuidado, alguna vez cede, hacer algo que no quieres te puede llevar a descubrir la

El problema de Enith

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 Mi hermana me ha pedido dar un paseo lejos de los oídos indiscretos del hogar. Alguna magnífica noticia me tendrá que dar. Está tan enamorada. Su novio es el joven más codiciado del pueblo. Es verdad que aún no han hecho pública su relación. Arsilio un día por otro no habla con nuestro padre y así llevan casi un año. Enith, mi hermana está loquita por él, pero le preocupa bastante no contar con el beneplácito de las dos familias. Yo ando también enamorada, aunque mi novio, sí es oficial. Hacía poco tiempo que Justo había pedido permiso a mi padre para cortejarme.  La tarde era calurosa, aunque el río nos proporcionaba una frescura que las dos agradecíamos. Transcurridos pocos minutos, Enith estalló en un llanto incontrolable. Mi asombro no fue menor a su congoja.  —No me lo puedo creer— le conseguí entender entre los sollozos. — Yo le quiero y pensé que él me amaba. — ¿Qué te pasa Enith? ¿Has discutido con Arsilio? Eso son cosas que pasan, los novios alguna vez discuten, pero no hay q

Condena permanente

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 Las dos amigas llevaban planeando la celebración hacía varias semanas. María no sabía que era lo que celebraban, pero su amiga estaba tan contenta y a la vez misteriosa que le había contagiado la emoción.   Vergelia no había contado nada de su pasado. La razón por la que acabó en Ávila únicamente ella lo sabía. Al llegar a esta ciudad no conocía a nadie, tuvo que empezar de nuevo. Buscar trabajo y alojamiento fue lo primero en lo que invirtió sus esfuerzos.  En principio encontró una habitación en un piso compartido, lo que le ayudó a estirar el poco dinero que se llevó consigo. Al poco encontró trabajo en una pequeña tienda de telas y con esfuerzo pudo salir adelante. A María la conoció por un error en una factura, al ir a reclamar y ver el mal rato que Vergelia se estaba llevando, la invitó a un café cuando acabó la jornada. Fue el primero de muchos.   María iba cargada con toda la compra que su amiga le había encargado. Se encontraron unos cuantos metros antes de llegar a casa de V

Unos años después

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Han pasado unos años y los recuerdos se diluyen. Volviendo la vista hacia no tanto tiempo atrás, aún no lo puedo creer. No sé sí es una película que vi hace unos años o realmente lo viví.   A mi memoria llega la incertidumbre de si aquel anuncio del presidente del Gobierno era real o parte de un montaje.   Tras el aterrizaje a la cruel realidad vinieron momentos duros, muy duros. Vino el primer aplauso de las diez de la noche. Sí, al principio era a las 22:00 h. La congoja incontrolable qué me entró… Luego todo fue diferente. No por ello menos emotivo. El aplauso pasó a ser una quedada, una cita diaria para hablar con el vecino de la ventana de al lado, de paso comprobar que no faltaba ninguno.   Los afortunados que podían salir de casa era para ir a trabajar y jugársela. Tanto si eras cajera del súper, o repartidor de paquetería o personal sanitario.   De eso han pasado cuatro años. ¿Y ahora qué? La sensación es que ahora nada, todo sigue igual. En este momento somos los mismos que ha

En el caserio

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 La noche es fría en el caserío, aunque ya no siento esa penetrante puñalada que solo se calmaba con su cuerpo desnudo a mi lado. Han pasado tantas cosas que ignoras, aun no teniendo la culpa me siento sucia.  El día que te fuiste mi vida comenzó a arder en el infierno. El tándem que tu padre y tu hermano forman fue demoledor.  Regresaste, sí, pero tan ignorante de todo lo sucedido, tan inocente y tan escaso tiempo que no sé cómo explicarte mi cambio. No, no estoy enfadada por tu ausencia obligada por un gobierno empeñado en formar jóvenes para la guerra. Mi carácter agrio se debe al trato que me regalaron esos con los que reías en la mesa.  El padre que yo tomé como propio me sacó de su casa, si quería seguir aquí podía compartir cama con Pecas, la bonita y buena perrita que cuidaba el hogar. Si eso le parecía un sitio incómodo me propuso ir a dormir al establo, Bastante más caliente al compartirlo con un par de vacas y varias ovejas. No me lo podía creer, sin embargo, fue claro, en l