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Mostrando entradas de agosto, 2021

Vacaciones de lujo

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 No hace mucho que he conocido a esta mujer, me tiene embelesado. Es la única persona que ha conseguido que deje las ovejas y las gallinas a cargo de un vecino. Son mis primeras vacaciones en mi medio siglo de vida.  Ayer llegamos a Granada, nos alojamos en un hotel de esos superlujosos. Yo la verdad en la puerta me hubiese dado la vuelta para buscar algo más normal, pero Aidea ha insistido en que la reserva ya estaba hecha.  Lo primero que me ha llamado la atención es el gran salón, donde no se veía el mostrador de recepción. Al fin lo vemos en un rincón adornado lujosamente con varios ramos de flores (que si los pillan mis ovejas se dan un banquete).  Entre las flores asoma la cabeza un chico elegantemente vestido que muy educado nos pide los carnés. Por el rabillo del ojo veo a un joven trajeado que va a coger nuestras maletas, con la rapidez que me ha dado saber quitarle la pieza de caza de las fauces a un perro, le doy un manotazo y le miro con ojos de asesino. Aidea se vuelve y m

Amigos inseparables

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 Serviliana según volvía del mercado, en la orilla del camino le llama la atención un pequeño e indefenso ser. Acercándose a él para comprobar si vivía, el frágil animal le mira a los ojos y a la mujer se le ablandan las entrañas. Con mucho cuidado y pensando en su hija pequeña lo mete en la cesta, junto a las cebollas.  Al llegar a casa se acerca a un armario de donde saca una caja de zapatos y vaciando su contenido le hace unos cuantos agujeros y allí mete la sorpresa para su hija. Germelina se pondrá contenta, piensa mientras pone la caja encima de la mesilla de la niña.  Esa tarde cuando Germelina, a la que todos llamaban Lina, llega a casa conoce al que será su mejor amigo durante mucho tiempo.  La niña al destapar la caja y ver esos ojitos vivarachos mirándola, se emociona y metiendo sus pequeñas manos en el recipiente coge al patito, que pareciendo reconocerla se tranquiliza al instante.  Desde ese día Roky y Lina irían juntos a todas partes. El patito iba creciendo y su plumaje

Un tranquilo paseo

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 Hoy me llevo a mi sobrino a pasar la tarde al campo. No sé si sabré entretenerlo, los niños son muy activos y yo ya tengo mis años. Recojo a Adrián en casa de mi hermana. Montados en bici y con sendas mochilas a la espalda, nos ponemos en marcha. Hacía años que no montaba en bici. De repente doy un giro brusco a la vez que aprieto el freno de la rueda trasera y el derrape no se hace esperar. Adrián me mira asustado. Yo no puedo evitar la risa, me sale sola. El niño con cara de pasmo me pregunta si estoy bien. Y yo le sugiero que haga derrapes, que es divertido.  _ Tía, me puedo caer. Me responde muy serio. Se monta de nuevo en la bici y sigue adelante. Yo intento adelantarle, pero se detiene para que pase. Seguimos, y cuando veo una pequeña cuesta acelero con la intención de hacer un pequeño salto. Me lo estoy pasando genial. Miro a Adrián y le veo con los ojos como platos y moviendo la cabeza de lado a lado, con expresión de desesperación en la cara. Yo continuo haciendo cabriolas e

"El Adonis" del cole

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Me he levantado sin ganas, mi madre sigue insistiendo en que tengo que ir a clase, ¿cómo le explico que no quiero? Que ir al colegio me resulta una tortura. Nadie lo ve.  El hecho de que el curso esté a pocas semanas de acabar, no apacigua mi interior. Al principio no era así. Siempre me ha gustado ir al colegio, y sacaba buenas notas. A principios de curso todo cambió; el día que jugando en el patio, ese niño me ayudó a levantarme tras una caída jugando al pilla-pilla. Me pareció muy amable, me tomó de la mano y tiró fuerte, pero con suavidad hasta que los dos estuvimos cara a cara. Esa mirada se me clavó más adentro de lo que yo quería reconocer. Él solo sonrió y siguió jugando con sus amigos. Esa tarde en el autobús que cogíamos todos los días para volver a casa se sentó a mi lado. Su sonrisa era amplia y su semblante seguro. Pasamos el viaje charlando alegremente de compañeros que los dos conocíamos. Fue fácil conectar con él. Tenía y sigue teniendo un carisma para entablar relacio

Amor en clase

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  Por fin es lunes y a primera hora toca matemáticas. Esta frase sería catastrófica, si no fuese porque las "mates" las da Don Pepe. Curioso nombre para un joven que apenas tendrá 24 años. Con El don se le da autoridad y soberanía, pero el hipocorístico nombre de Pepe le hace cercano y colega. En 1985 eso aún me resulta raro, pero me voy acostumbrando.  Sus clases no tienen nada de especial, aunque él sí. Es apuesto y simpático. Cuando entra en clase es como si la atmósfera se transformase. La clase de hoy ha sido espectacular, cada vez que escribía los problemas en la parte superior de la pizarra se le subía la camiseta, dejando vislumbrar la piel de la espalda. Sueño con que la acaricio, me la imagino suave y caliente. Cuando ha terminado la clase, mi decisión estaba tomada, haré que me desee. Para ello antes tengo que saber todo sobre él.  En cuanto llego a casa me pongo con el listín telefónico, y busco su apellido Osnola Espinal, aquí está, Osnola Espinal, José. Perfecto