Un tranquilo paseo

 Hoy me llevo a mi sobrino a pasar la tarde al campo. No sé si sabré entretenerlo, los niños son muy activos y yo ya tengo mis años. Recojo a Adrián en casa de mi hermana. Montados en bici y con sendas mochilas a la espalda, nos ponemos en marcha. Hacía años que no montaba en bici. De repente doy un giro brusco a la vez que aprieto el freno de la rueda trasera y el derrape no se hace esperar. Adrián me mira asustado. Yo no puedo evitar la risa, me sale sola. El niño con cara de pasmo me pregunta si estoy bien. Y yo le sugiero que haga derrapes, que es divertido. 

_ Tía, me puedo caer. Me responde muy serio.

Se monta de nuevo en la bici y sigue adelante. Yo intento adelantarle, pero se detiene para que pase. Seguimos, y cuando veo una pequeña cuesta acelero con la intención de hacer un pequeño salto. Me lo estoy pasando genial. Miro a Adrián y le veo con los ojos como platos y moviendo la cabeza de lado a lado, con expresión de desesperación en la cara. Yo continuo haciendo cabriolas e invitándole a que haga algo más que pedalear sosamente, pero no está por la labor. 

Llegamos a un claro al lado de un río. Allí nos paramos y sacamos los bocadillos. Adrián tiene cara de aburrido, así que decido darle un poco de emoción al paseo. Me descalzo y con mis pantalones bien remangados me meto en el río. 

_ Ven Adrián, vamos a coger renacuajos. 

_ Pero tía ¿Qué dices? Ni loco me meto en el agua, me voy a mojar los pantalones. 

_ No pasa nada luego nos secamos. Le tranquilizo. Mira allí he visto un barbo ¿intentamos cogerlo? 

Doy un par de pasos hacia donde me parece que ha ido el pez, cuando mi pie resbala y caigo de espalda al agua. Al levantarme me da un ataque de risa que se me quita al volverme. 

_ ¿Estás bien tía Esther? Me pregunta con una tremenda cara de susto.

_ Si, claro. Ven entra el agua no está muy fría. 

_ Venga tía sal de ahí, que te vas a constipar. 

Ya seca y con energía renovada, nos ponemos en marcha de nuevo. Tras pasar por varios charcos que la última tormenta había dejado decidimos volver a casa. Ha sido un día estupendo he disfrutado mucho y espero que Adrián se haya oxigenado un poco. No sé si habrá disfrutado, pero al menos le ha dado el aire. 

 Ya por la noche cuando Adrián se iba a la cama, mira a su madre muy serio.

_ Mamá yo no vuelvo a sacar a pasear a la tía. Me ha vuelto loco de preocupación con sus travesuras. Estoy agotado de cuidarla todo el día. 





Comentarios

  1. Ja ja muy bueno creo que eso también dicen mis nietos 😃😃👏👏👏😘😘

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  2. Oye ya puedes cambiar de sobrino que te ha salido muy piji
    Estupendo relato y muy divertido y animado Me ha elevado el animo Muy alegre tb
    Animo para el siguiente relato que lo espero con ansiedad

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