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Mostrando entradas de noviembre, 2023

¿Un mal día?

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 Mi marido entra en la habitación, me mira desde el quicio de la puerta. Su mirada solo transmite incredulidad. Le sonrío con la cara llena de lágrimas. Se acerca despacio. Antes de sentarse a mi lado me quita lo que llevo en mi mano izquierda y lo deposita en el suelo. Eso hace que mi llanto se intensifique. — ¿Qué ha pasado?—Me pregunta con cara de pasmo, más preocupado que otra cosa.  Mi congoja no me deja hablar. Él con la paciencia que le caracteriza espera a que me tranquilice. Poco a poco me voy serenando. Rememoro mi “estupenda mañana”. Hoy el despertador no ha sonado a la hora acordada entre él y yo la noche anterior. Con ese inicio, el día no presagiaba nada bueno. Tras desayunar deprisa mientras los niños se vestían, les he puesto su desayuno metiéndoles toda la prisa que podía. Los chavales han desayunado y salido de casa a la carrera. ¡Menuda agilidad! Entretanto, he cerrado la bolsa de basura que ya empezaba a oler, y con el bolso, el paraguas, las llaves y por supuesto,

Él, ese señor

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 Un par de zapatillas de paño desordenadas aparecen en mi campo visual, según avanzo por el pasillo con todos mis sentidos alerta. Él es estremecedor, mi mente me juega malas pasadas. Por el rabillo del ojo me parece atisbar a mi hermano. Yo sé que no es posible, él y su silla de ruedas están institucionalizados hace varios meses. Piso algo que hace que me tambalee, es un paraguas del viejo. Lo tomo en mis manos y un recuerdo me invade. Un niño alegre jugando con su amigo, a esos amigos con los que en algún momento te peleas. Ese día fue así, nos peleamos, como tantas veces. La casualidad y el reloj quisieron que en ese momento nuestros padres hiciesen aparición. Mi amigo fue corriendo donde el suyo para darle su versión que no era otra que yo le había pegado. Mi padre con su mirada y un movimiento de cabeza indicó que volviese a casa con él. Al entrar en el portal sin mediar palabra alguna me estampó en la cabeza el paraguas que llevaba en la mano. A mí, más que un paraguas, me pareci

Fe sin Amor

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 Mi hijo se hace mayor. Ayer fui plenamente consciente de ello. Siempre ha sido un chico sano, gracias a Dios. Desde que nació fue bendecido con un buen carácter y un don para ver la parte buena de todas las personas. Tiene infinidad de amigos. Últimamente, me habla con mucha ilusión de una amiga especial. Es maravilloso, mi pequeño se ha enamorado. Y por fin, ayer fue el gran día, su novia vino a casa para conocernos, al tiempo que José María nos la presentaba a su padre y a mí. La chica es guapa, amable y educada, aunque hubo algunas cosillas que me dejaron intranquila. Lo primero fue lo del nombre, José María nos la presentó como “Ro”. Ante mi cara de extrañeza me explicó que su nombre es María Rodelga, pero que no le gusta nada. No me explico cómo alguien puede despreciar el nombre que le pusieron en la pila bautismal. Otra cosa que me chirrió fue cuando justo antes de comer nos disponíamos a bendecir la mesa, la noté como perdida, no sabía qué hacer. ¡En fin! Tendré que tener paci

Me quiero vivir

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  En esta cama de hospital pienso en mi vida, esta vida que ya exprimo sus últimas gotas.  Mi cuerpo se va consumiendo, ya no tiene mucho más, pero mi mente y mis ganas de vivir siguen aumentando. No me quiero ir. Quiero seguir viviendo. Me quiero vivir. Toca despedirse, algo duro para mí, aunque necesario para mis personas queridas. Veo cómo me miran. Hay todo tipo de miradas en los ojos de los que no dudo, me quieren.  Ojos llorosos y huidizos, tratando de ocultar lo que les duele verme así. Miradas de compasión, las menos, no saben cómo comportarse ni qué decir. Otras valientes con dolor en el fondo de sus pupilas; sin embargo, dispuestas a todo. Aquellas que quieren hacer algo, y no paran de hablar. También están las que solo miran sin saber qué hacer o decir, dejándome un espacio que necesito. Me fijo en esas que su dolor mira el mío y en esa lucha se nos apacigua el alma a ambas. Y están en las que me relajo y me dejo hacer.  Estos huesos vestidos de piel, ya no soy yo. Con un es