LLorar poralgo
¿Sabes esa sensación de quedarte sin aire mientras lloras? Es como si te hubieses tragado una bola de aire y el cuerpo ya no asimila más. Bien, pues eso yo siempre he creído que se llamaba “llorar poralgo”. Lo de llorar de niño no siempre se entiende. Lloras por dolor, impotencia o hambre. También cuando te dan una bofetada, te castigan o de rabia. Siempre hay una razón. En mi caso, si mi madre no veía la razón muy clara, simplemente me daba el motivo “Vas a llorar por algo”. Yo en mi desconcierto, ese “poralgo” lo oía así, todo junto y como en ese momento la llantina se incrementaba, pues mi cabeza asoció “poralgo” al llanto intenso. Con apenas cinco años, en la cocina de mi abuela me pasó algo que recuerdo muy vivamente. La cocina no era muy grande, pero tenía una pila de piedra, donde tanto fregaban los platos, como limpiaban las verduras. Había una chimenea con un fuego bajo, de la chimenea colgaban unos hierros donde mi abuela solía colgar un cubo de metal con agua. Y de allí