No llego tarde
Ayer quedé con una compañera para ir juntas en su coche al trabajo. Es una compañera con la que no coincido mucho; sin embargo, me parece además de trabajadora; muy divertida. Es de esas personas con las que no puedes reprimir una sonrisa, siempre tiene un chiste en la boca o un gesto gracioso. Llego corriendo al punto de recogida, pasan dos minutos de las siete. Menos mal que aún no ha llegado. Veo que para en el semáforo y sin pensar abro la puerta del auto y me siento, cerrando con cuidado la puerta. _ ¡Buf! Marta, no sabes que me ha pasado. El dichoso despertador que me la ha jugado. _ Me intento explicar por llegar tan justa al encuentro. Sin mirarla e intentando atarme el cinturón de seguridad que parece que se me resiste._ Te juro que esta tarde me voy a comprar uno de esos eléctricos que te despiertan con música. Al fin he conseguido abrochar el cinturón, pero noto que mi compañera no pone en marcha el coche. Que prudente. _ Yo tengo uno de esos eléctricos y son una marav