La loca de los lunes dando las gracias

Érase una vez una lectora con ínfulas de escritora. Sus lecturas le trasladaban a países imposibles y a ciudades reales. La imaginación le hacía gorgoritos en la cabeza. Así, un día su mano tropezó con un lápiz, y sin querer la mano seguía los dictados del borboteo de ideas.

De esa manera, y no de otra, nacieron los relatos de los lunes. Hoy es el número 100. 

Nunca imaginó la loca de las historias, que a tal número iban a llegar. ¿Por qué? Se preguntaba sorprendida. Y su yo más temerario le respondía, ¿Y por qué no? 

Ella sabe que muchos lunes son fruto de un gran esfuerzo y otros son un regalo de la sencillez. Ella que nunca pensó que ese número le hiciese tanta ilusión. Hoy quiere honrar a esas personas culpables de que cada inicio de semana, sea un relato. 

Hay personas que le han dicho que saben que día es, ya que hay relato. Otras que le animan a que siga adelante. También hay atrevidas que le animan a escribir un libro (que lejos anda ese sueño). Hay quien le corrige errores o quien le da un correctivo cuando baja la guardia. Aunque lo que más nota, la loca de los lunes, es el cariño y el apoyo que sus lectores le dan. Y por eso es por lo que ha llegado a sus 100 relatos.

Hoy va por vosotros y por vosotras, muy bien sabéis quienes sois. Ella os conoce muy bien. 

Gracias por cada comentario y por cada mensaje. Gracias por esas palabras dadas en una llamada de teléfono o cuando le ves en el pasillo en un encuentro fortuito. En ese café donde sin querer le hacéis llegar lo que os ha hecho sentir la pequeña historia que habéis leído.

Seguirá, esta loca de los lunes, escuchando anécdotas que transformará en relatos e imaginando situaciones. 

¿Y qué es todo esto? 

LA VIDA.