Cada vez estoy más al borde del abismo. Evito mirar hacia
abajo. Me agarro con brío a todo lo que esa orilla resbaladiza me ofrece. Qué
fácil sería dejarme engullir por las fauces de la negrura. Solo tengo que
soltar los amarres que aún me sostienen. ¡Si ellos supieran qué importantes
son!
La depresión es algo que nadie quiere, que pocas veces se
nota y no le damos la importancia que realmente tiene. La gente triste no
siempre está deprimida y las personas en apariencia contentas y alegres pueden
tener depresión. ¡Qué bicho tan feo!
Sigo en esa orilla con pequeños arbustos que me sirven de
asidero. En ocasiones aparece un jardinero que siega el borde del precipicio,
haciéndolo más resbaladizo y algo más difícil de sujetarme a algo firme. Cierto
es que he aprendido a hacer acrobacias para sostenerme. De vez en cuando me
encuentro con una raíz de un fuerte árbol que me ayuda a alejarme de la orilla.
¡Menos mal que existen esos árboles fornidos!
Gracias a que existen árboles fornidos y amig@s a los que Podemos agarrarnos y así poder seguir viviendo o tratando de Vivir Gracias por reflejar un estado emocional tan ......
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