Carta para el yo niña

 

Hola María Lidón:

Ya sé que esta carta te sorprenderá, pero tómatela en serio. Te conozco bien, ya lo creo. Eres fuerte, muy fuerte, aunque ahora mismo no te veas así. Ahora te ves frágil, vulnerable y dependiente de todos y de todo.

Esa dependencia te va a acompañar demasiados años. La necesidad de aprobación te hará sufrir, pero también te hará luchar. ¡Lucha! Sí, no esperes recompensa de nadie. El reconocimiento no llegará como tú esperas, pero llegará.

Trata de vivir como tú quieras sin querer cumplir las expectativas de otros.

En el amor, arriésgate. Te van a hacer daño, claro que sí, a pesar de todo, disfruta lo bueno del momento.

Ríe, aunque enseñes tus dientes torcidos. Nunca sientas vergüenza de ti, o de tu cuerpo. Eres y vas a seguir siendo bonita.

Si alguna vez te quieren forzar a hacer algo que tú no quieres, grita, da igual si es hacer una carrera impuesta o hacer el amor. Pero en esto ten cuidado, alguna vez cede, hacer algo que no quieres te puede llevar a descubrir la vida.

Nunca, te digo nunca, hagas nada pensando que eso les gustaría a tus padres. Haz lo que te guste a ti.

¡Quiérete, vas a vivir contigo muchos años! Ama tus defectos.

Enfréntate a los que más quieres sin miedo, ellos te escucharán, aunque no lo parezca. Y si no te escuchan, sigue, la vida es tuya. Cada uno vive su vida y no tiene que vivir lo que otros no fueron.

Más adelante, cuando te sientas traicionada, no odies, no merece la pena. Cierra la puerta de tu corazón para esa persona y a los demás permíteles entrar. El odio solo te hará daño a ti, el rencor que puedas guardar se te enquistará y solo en tu ser se notará ese cáncer. Ama y como mucho deja de amar. Aprende de tus experiencias y de las de otros. Ríe, llora, grita, sufre, sueña y habla. Esto último es vital; habla con quien sea merecedor de tus secretos.

 No guardes todo dentro, se te puede hacer bola. Enfréntate a los problemas sin miedo a que te duela o fracases. Puede que eso pase o puede que no.

Y llego al final de esta carta, María Lidón, desde tus 55 años. Te parecerán mucho, pero son un suspiro. Todo saldrá bien. Sé feliz con cada decisión y con cada acontecimiento. Disfruta de cada persona que entre en tu vida. Te podría decir a quién no dejar entrar, pero eso significaría perder un aprendizaje muy valioso. Sufrirás sí, pero vivirás.

Ámate. Te veré cada mañana en el espejo.

Firmado:

María Lidón