Año nuevo
Un año más llega esa noche en la que parece que todo cambia. Es una noche en la que, tras atragantarnos con las uvas, todos son buenos deseos. Un año por estrenar. Decirnos adiós al que durante 365 días nos ha acompañado, no sin antes recriminarle todo lo malo que nos ha pasado y darle las gracias por lo bueno que nos regaló.
Hoy me toca a mí insultar sin medida este año por lo que se ha llevado, por el dolor que ha dejado, por las ausencias y por los corazones que nunca volverán a estar enteros. Ha sido un año de duelos. Un año que va a ser desgraciadamente inolvidable. Aunque también me ha regalado pequeñas dosis de felicidad, bueno, no tan pequeñas. Hay nuevas personas, que jamás sustituirán a las que no están, pero que dan alegría en el corazón. Ha sido un año de encuentros y de algún desencuentro. Abro la puerta a esa nueva oportunidad de ser cada día, hasta sumar 365, más yo. No descarto que haya momentos tristes, pero ojalá ganen los momentos felices.
Un año para dar pasos. Pequeños pasos para vivir y grandes abrazos para revivir.
Brindo por un año de Vida. Para que sigamos queriéndonos vivir, aunque los “kekomi” nos hagan tambalear.
Que sepas que el año es bisiesto, 366 días con Olimpiadas, Eurocopa, ...
ResponderEliminarPor lo demás, FELIZ AÑO,