¿Prejuicios?
Hoy paseando me he cruzado con una estampa poco menos que curiosa. Llegando a un conocido centro comercial de mi ciudad, me fijo que hay dos hombres con aspecto de ser árabes, pero eso no es lo que roba mi atención. Lo que me sorprende es el hecho de que uno le está sacando fotos al otro sin otro fondo que el propio centro comercial, que, por otra parte, no tiene ningún atractivo que no sea el puro comercial. Lo primero que pienso es que esas fotos saldrán en las noticias como el "antes" de que algún artefacto estalle dentro.
Me recrimino a mí misma por racista y porque mi mente tenga esos prejuicios. Y me obligo a creer que solamente son dos amigos de visita en la ciudad y están haciendo la gracia de sacarse una foto delante del centro comercial.
Sigo a mis cosas, sin embargo, no sé por qué no me quito de la cabeza a los dos hombres, yo no me declaro racista, pero mi mente está contaminada de todas esas noticias que nos hacen clasificar a las personas por su estatus social, su raza o su lugar de nacimiento.
Al día siguiente, al levantarme y encender la televisión para ver las noticias mientras desayuno, el vello de mi cuerpo se eriza, al ver en la pantalla el centro comercial de mi ciudad en llamas. No puedo evitar acordarme del episodio de las fotos. Presto atención a la noticia, y para ello subo el volumen del aparato, como si eso me hiciera entender la noticia mejor. "… El fuego ha destruido varios negocios ubicados en este centro comercial. No hay heridos gracias a que esto ha sucedido por la noche. El fuego comenzó en una tienda de una conocida marca de ropa. Al parecer un empleado, descontento por su despido, ha rociado dicha tienda con un carburante y lo ha prendido fuego. Este se ha extendido a las tiendas colindantes y cuando los bomberos han llegado ya estaba muy extendido. A los bomberos les ha costado evitar que se propagase por todo el centro comercial, pero tras muchos esfuerzos han conseguido controlarlo y evitar una mayor destrucción."
Caliento mi café con leche mecánicamente, al llevarme la cuchara a la boca me quedo paralizada. En la pantalla veo el rostro de la persona detenida, la etiquetan como el presunto pirómano. Esa cara es el rostro de mi vecino del 4º B. Ese vecino con el que tantas veces he compartido ascensor. No me lo puedo creer. Eso siempre lo hace gente desconocida. Ahora es cuando me recrimino a mí misma, ese perjuicio hacia los hombres que se sacaban la foto, si hubiese sido uno de ellos, mi estómago acogería el café con leche sin problemas, en cambio, cuando he visto a mi vecino se me ha cerrado.
Genial 👍
ResponderEliminarTe creces cada lunes Y por desgracia tenemos muchos perjuicios Gracias por hacerme reflexionar
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