Abre los ojos, amiga
Es por la mañana y vuelvo a casa de pasar una larga noche con mi amiga Blandina. Por el camino voy pensando en todo lo que hemos hablado. Después de reírnos de muchas cosas, la conversación ha girado hacia mi familia. He sabido más cosas de lo que pasa en mi casa, por mi amiga que por mi propia madre. No, no se lo voy a reprochar a esa mujer que tanto y tan malo ha pasado. Lo que sí es verdad, que la relación con mi padre ya no volverá a ser lo mismo.
La madre de Blandina ha sido amiga íntima de la mía desde siempre. Siempre ha sabido de mi madre y de sus sufrimientos. Y un día Blan le hizo un comentario sobre la pena que le daba mi padre y su estado. Y Aurelia se explayó a gusto. Le contó todo el sufrimiento y los malos tratos que mi madre ha sufrido durante tantos años.
Mi madre me ha protegido de eso toda la vida. Me ha amado por encima de ella misma. Sabiendo lo que ahora sé, la quiero más aún si cabe.
Hoy me he enterado de que soy fruto de una violación. La violación se produjo dentro del matrimonio, pero eso no le quita gravedad, es más, a mi parecer es más trascendental, si cabe. Y a pesar de eso mi madre ha luchado porque yo sea feliz, porque vea a mi padre como siempre lo he visto, un padre amoroso.
Ahora entiendo algunas cosas que yo no entendía. Y, en cambio, no entiendo otras cosas que me parecían obvias. Me gustaría preguntar a mi madre ¿por qué después de todas las vejaciones a la que fue sometida, lo acogió al salir de la cárcel?
Recuerdo cuando un día al salir del colegio me vinieron a buscar mis abuelos. Tenían los ojos muy rojos y una cara triste. Me explicaron que mis padres habían tenido un accidente y estaría con ellos hasta que mi mamá volviese a casa. Yo me quedé impactada, pero no tanto como si hubiese sabido la verdad. Ese día y los posteriores, en el periódico saldría la foto de mi padre.
Blandina tenía guardado varios recortes de prensa, en realidad su madre los guardó. Hubo un titular que me impactó. "Hombre intenta asesinar a su mujer". Lo que ese artículo contaba me lo aclaró luego mi amiga.
R.G.V. de 35 años, ayer sobre las diez de la mañana intentó acabar con la vida de su esposa, una mujer de treinta y tres años embarazada de seis meses. Tras pensar que había acabado con las vidas de su mujer y su hijo no nato, quiso acabar con la suya y se arrojó a las vías del tren. Este hecho hizo que resultara herido de gravedad. Se encuentran ambos en el hospital y sus vidas están en peligro.
Estoy abriendo la puerta de mi casa, y veo la escena tan cotidiana, que sucede en la cocina. Mi madre calentando el desayuno que luego le dará pacientemente a mi padre. Ese hombre que tras ese "accidente" que siempre creí que había sufrido, le dejó tetrapléjico. Solo mueve los ojos, no es capaz de comunicarse, aunque sabemos que su capacidad para entendernos está intacta. Por eso es ahora cuando me resulta difícil de entender por qué mi madre, a la salida de la cárcel se compadeció de él y lo cuida con tanta dedicación. Siempre lo he visto como un acto de amor. Nunca me ha llamado la atención, lo veía como algo normal.
Les saludo como siempre, aunque a mi padre ya lo miro con otra cara. Mi abrazo y beso sincero es para mi madre que ante mi arrebato me mira extrañada y me pregunta si estoy bien.
Al día siguiente me vuelvo a Madrid a terminar mis estudios de derecho. Al salir de casa y cerrar la puerta me cuestiono el por qué nunca había preguntado, y cómo he estado tan ciega. Dejo a mi madre en casa con su maltratador y oigo la dulce voz con la que le habla. Aunque no entiendo lo que le dice.
_ Jacinto, ya se ha ido la niña. Nos quedamos solos de nuevo. Ya sabes hoy toca baño. Voy a ser bueno y hoy la bañera no tendrá hielos, estos días no he podido poner en el congelador tantas cubiteras. A cambio después del baño te daré tu acostumbrado desayuno de tortilla de cayena. Espero que te guste y no llores de la emoción como el otro día. ¡Ah! conoces a Roberto ¿no? Bueno pues hoy viene. Ya sabes tendrás cine. Tú verás todo lo que Roberto con su amor me hace en la cama, claro que, a él no le gusta tener espectadores, así que, lo verás en la tele. Te lo pondré durante la semana, para que veas como se hace gozar a una mujer. Ni por asomo creas que te voy a poner la ropa, si sientes fríos te aguantas, tendrás la suerte de no sentirlo. O quizá sí. No voy a ponerte la ropa y tener que quitártela para cambiarte. Me tendrás que ayudar en algo ¿no? Aún sigo pensando cómo hacerte pagar todo lo que me hiciste a mí y a mi hijo. Era otra niña, ya te lo he dicho ¿verdad? Puedes estar tranquilo, lo que nunca haré es ponerte en contra de tu hija. No por ti, sino por ella. No merece saberse hija de un desgraciado como tú. Si algún día se entera sufrirá, y eso no lo permitiré. Ese día empezará de verdad, tu calvario y tu final. Las infecciones se propagarán por tu cuerpo. Y yo me daré cuenta tarde, cuando no haya antibiótico capaz de solventar el problema. No pongas esa expresión, aún no ha llegado el día.
Sin palabras 😘😘😘😘😘👏👏👏👏
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