Patito feo
La pequeña Exilia sigue sintiéndose tan fea como siempre le han dicho que es. Desde que nació la gente la mira con asco, y hasta da un rodeo para no rozarse con ella. Ella no entiende, su piel es suave, sus pies tienen ritmo y aunque se siente pesada, le gustaría poder saltar y bailar. Lo que ella daría por correr entre las flores, por ser deseada. Le gustaría que los niños corriesen para estar con ella. En cambio se ve arrastrada. Se siente sucia. Hoy su cuerpo le pesa más que otros días. Por su lado pasa un joven, que la ignora de tal forma, que ha faltado poco para que le pisase. Está anocheciendo y arrastrándose por el suelo llega, con mucho esfuerzo a un árbol. Está tan cansada que cuando llega se queda ahí y nota en su interior grandes retortijones. Al mirar su cuerpo lo nota mucho más rígido que de costumbre. La piel está tan seca, que por momentos pierde su elasticidad por completo. Pero ¿qué le está pasando? Ante sus ojos nota un velo que le impide la visión, sus oídos antes tan agudos, perciben los sonidos como si estuviera bajo el agua. Los retortijones cada vez son más intensos. Se encoge. No se puede mover. Ya casi no puede respirar. Por fin todo acaba, ya no siente nada. O sí, algo siente. Pero ¿qué es? Es algo nuevo. Una energía que le viene desde dentro. Es algo que no entiende, no puede moverse, pero intenta con todas sus fuerzas hacerlo. Algo parece que se ha roto y puede moverse. Y hay una fuerza nueva en ella, y por fin percibe de nuevo los sonidos, pero son algo diferentes, le parecen bellos cantos, los de los pájaros, y no un sonido amenazante. Abre sus ojos y mirando a su alrededor ve como ha amanecido un nuevo día. Se estira cual grande es y su belleza se abre al mundo. Pronto ve un niño que se acerca curioso a ella y le grita a su madre. _ Mamá mira, que bonita es. La madre se acerca y al ver esa maravilla, mira al niño y le dice _ sin duda es preciosa, pero has de tener mucho cuidado y no tocarla. Si tocas las alas de las mariposas, luego no podrán volar. Y esta es tan espectacular que merece ser contemplada por muchos niños.
Entonces Exilia, mueve sus recién estrenadas alas, y ágil como el viento se aleja hacia un jardín cercano, donde hoy muchos niños y mayores la contemplarán y admirarán.
Olé q bonito y q maravilla sonrisa me ha salido Da gusto despertarse con un hermoso relato Gracias Angela
ResponderEliminarMuy bonito. Gracias.
ResponderEliminar