Hacer pie
Ya está esta chavala con sus preguntas. Esas preguntas que hacen que mi mente se pierda. ¿Alguna vez te has metido en la piscina y de repente has dejado de hacer pie? Se siente una inseguridad tal, que parece como si de pronto, ya no supieses nadar. Te hundes sin remedio y si alguien no te rescata o te serenas lo suficiente para darte cuenta de que nadas desde que eras un chaval, te ahogaras sin remedio.
Bien pues eso es lo que me pasa cada vez que esta chica vestida de azul me pregunta cosas "difíciles". Me acuerdo cuando empezó esta sensación. Un día se me acercó una chica, así vestida de azul, y me dijo, ¿sabes qué día es hoy? En ese momento dejé por un instante de "hacer pie" en mi piscina de realidad. Pronto me vio la cara de agobio y poniéndome su mano encima de la mía me dijo, no me extraña y no sabría que hoy es martes si mi hijo no tuviera inglés.
Con esa frase me dijo todo, fue mi rescatadora oficial. Luego vinieron más días y momentos de "no hacer pie", pero es que últimamente es mucho más a menudo. Cuando viene una mujer a verme y enseguida se acerca una chica vestida de azul y me pregunta ¿Sabes quién es esta?, eso sí con una voz ñoña, como normalmente se les habla a los bebés. Ahí es cuando de verdad "pierdo pie" en mi piscina de recuerdos, no encuentro la referencia de esa mujer que ha venido a verme y estoy a punto de ahogarme, cuando con la misma voz ñoña me dice Manolo, esta es tu hija. ¿ Te acuerdas como se llama? Me dan ganas de ponerme se píe y con la misma voz que ella decirle, pues mira maja, no, no sé cómo se llama, como comprenderás si no sé qué es mi hija, menos voy a saber su nombre. Pero en lugar de eso, se me escapa una lágrima de rabia, de miedo a terminar de ahogarme, pero ella dice (con la misma voz ñoña)._ mira si te recuerda y se emociona. Luego comienzan a charlar entre ellas y ni me vuelven a mirar hasta que por fin esa mujer que ha venido a verme se despide de mí con un beso en la mejilla.
Pero en fin como soy un viejo demenciado y no me entero de nada, se me puede tratar como a un imbécil. No voy a contestar, por tanto se puede hablar de cualquier cosa como si yo no estuviera; desde la comida del domingo hasta los polvos que se echa mi hija con su amante.
Un sinil muy apropiado de la demencia He tenido que releerlo xp me ha hecho vivir cosas de mi abuela
ResponderEliminarPrecioso y emotivo Muy dulce aunque la demencia no es dulce Muy bien escrito
La demencia es muy dura, y hay que procurar que el que la padece no se sienta incomodo cada vez que nos dirigimos a él.
EliminarGenial...como siempre Ángela 🌺
ResponderEliminarAngelinaaaaaaaa. Grande guapa
ResponderEliminarEl próximo subidito de tono, recuerda!!!!!!!
ResponderEliminarHola Angela, recientemente una intima amiga mia me ha recomendado tus relatos, y estoy disfrutando con ellos, comentandolos con mi amiga.
ResponderEliminarSigue así disfrutamos contigo.
millones de gracias.
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