El caballero
Cuando miro por la ventana lo veo con su perro. Lleva un gorro de lana acabado en un pompón. Su abrigo oscuro le hace destacar en el paisaje nevado. Desde aquí parece un hombre normal, pero yo sé lo que es. Su andar seguro, y semblante serio desconcierta al que habla con él por primera vez. Le sigo con la mirada, se cruza con una mujer y se para a hablar con ella. ¿Quién será? ¿De qué hablarán? Se mete la mano al bolsillo y le da algo a esa mujer. Parece un papel doblado. Se despiden y se alejan uno del otro. Me centro en la mujer, no es joven pero tampoco demasiado mayor. Camina erguida, pero sin altanería, como si se supiera importante para alguien. Al llegar a la esquina, se para y desdobla la nota que el hombre le ha dado. Gira su cabeza hacia mi ventana; por un momento creo que nuestras miradas se encuentran, pero es imposible. Mete la nota en una bolsita para tirarla a la papelera que hay al lado, pero una ráfaga de viento se la arranca de las manos y vuela hasta el pie de un ár