Los mata-babosas
Judit era una niña tranquila y silenciosa. La niña que no se metía en líos nunca. En el colegio era lista pero no destacaba demasiado. Muy tímida y era charlatana sólo con su amigos y sobre todo con sus primos.
Sus primos eran cuatro hermanos, y eran niños alegres, que no se les podía llamar revoltosos, pero claro, siendo cuatro siempre había bullicio a su alrededor.
En cuanto llegaban sus primos, Judit era feliz. Ya tenía con quien jugar. Había ruido y risas por todas partes. Hasta las comidas eran divertidas, tantos en la mesa era una maravilla. Habitualmente comía ella sola en la cocina, ya que no tenía hermanos y su madre comía después. Esos fines de semana eran una verdadera fiesta, siempre había aventuras que correr y juegos interminables.
Uno de eso fines de semana, llegaron los primos y a Mari la mayor, que era la más lista, se le ocurrió ser unos aventureros. Avisaron a sus padres que iban a explorar y se acercaron a un lugar cercano donde había caminos embarrados llenos de pinchos y algún que otro bichillo.
Se metieron por entre unos árboles y se hicieron con un palo cada uno. Siguiendo la excursión, uno de los más pequeños, comenzó a gritar.
¿qué te pasa Raúl? Le pregunto su hermana.
Mira le contestó el pequeño señalando un bulto pequeño, negro y mojado que había en el suelo.
¡Pero eso es una babosa! Le dijo su hermana. Pero las babosas son asquerosas y nosotros queremos un mundo sin seres asquerosos. Y dicho esto aplastó al pobre bicho con su palo mezclando las tripas entre el barro.
A partir de ahora seremos "los mata-babosas". Y siguieron su aventura aplastando todo limaco que se cruzaba en su camino.
Cuando llegaron a un claro vieron algo que les pareció algo raro, un bulto oscuro había cerca de una roca. Desde luego no parecía una babosa. Era mucho más grande. Según se fueron acercando, distinguieron a un niño que parecía dormido .
Judit se acercó muy despacio y le tocó con suavidad. El niño no se movía. Lo zarandeó con más energía, y el pequeño abrió los ojos . Les miró con cara de susto, y le preguntó ¿Quiénes sois? Ellos al unísono dijeron "los mata-babosas"
El crio abrió los ojos como platos y no pudo por menos de pensar que estaba en un sueño.
¿Los mata-babosas? Repitió con incredulidad.
Mari que ya se había puesto de nuevo en cabeza del grupo le explicó , que ellos querían eliminar las cosas asquerosas del mundo y habían empezado por las babosas.
Al niño se le iluminó la cara, y con una amplia sonrisa se preguntó si podía formar parte de ese grupo. Todos se miraron entre sí y cada uno respondió afirmativamente con la cabeza. Aunque Judit, que le costaba más aceptar a extraños en sus juegos le quiso preguntar ¿Por qué quieres estar con nosotros?
En ese momento el niño bajó la cabeza y se puso triste. Yo también quiero acabar con las cosas asquerosas del mundo. Y con vosotros podré acabar con lo más asqueroso de este mundo.
Todos quedaron expectantes de la aclaración, de que sería lo más asqueroso del mundo. Le miraron de arriba abajo y en ese momento se dieron cuenta de que no le habían preguntado que hacía tumbado en el suelo.
Oye ¿y tú por que estabas aquí dormido? Creíamos que estabas muerto.
Escapaba de los más asqueroso del mundo y me caí. Creo que cuando huía me tropecé con esta piedra. Dijo dando un puntapié a la pequeña roca que sobresalía del suelo.
Mari tan valiente y decidida como siempre se ofreció a ayudar a acabar con eso tan asqueroso. Cuéntanos todo y te ayudaremos, le dijo resuelta. Pero yo tengo hambre así que mejor nos lo cuentas merendando. Los ya amigos se sentaron en el suelo y sacaron sus bocadillos. Javi, que así les dijo que se llamaba, no tenía merienda pero eso no fue problema . Con un trocito de bocadillo de cada uno se formó una buena merienda.
En fin esta mañana cuando me he levantado, ya me lo olía, comenzó a contar Javi. Mi madre estaba en la caravana y me vino un olor nauseabundo. Entonces me puse delante de ella y le dije que ni hablar, que por ahí no iba a pasar. Salí de la caravana, y le dije a mi padre que ni hablar que ni se le pasase por la cabeza , que aquello era asqueroso. Mi padre me dijo que así era la vida, y que por supuesto que haría lo que él dijese. Fue entonces cuando comencé a correr como un loco y me persiguieron durante mucho rato pero conseguí despistarles. Luego me tropecé con la piedra y aquí estoy. Todos estaban con los ojos como platos, y el pequeño del grupo le pregunto. ¿pero qué es eso tan asqueroso por lo que no ibas a pasar? Mari también preguntó ¿ Te pegaban? Y Judit ¿ te iban a llevar a un internado?
Javi les miró con cara de inocente y les dijo, no todavía peor que eso. Querían que comiese ¡Sopa de pescado!
Muy bueno Q gracioso Pobrecito Javi El relato hoy ha sido más largo estás muy inspirada Los niños siempre evocan mucha ternura Gracias por los relatos de los lunes Los espero toda la semana con ansiedad
ResponderEliminarMuy bueno
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