Jubilación de júbilo

Ayer fue mi cumpleaños, nada especial si no fuera porque fue mi último día de trabajo. Pero no el último de la semana , ni el último antes de las vacaciones. El último como profesional. Ya no volverá a tener esos horarios, ni a hacer el recuento de horas para coger las vacaciones. Ya no protestaré por no encontrar uniforme, ni por el cambio de protocolos. 

Ayer cuando llegué al trabajo , todo era igual, pero dentro de mí, era muy diferente. Todo lo veía como con un zoom. Pasé media mañana con las tareas de siempre y con una sonrisa bobalicona en la cara. A la hora del almuerzo,  de esa bolsa de papel ,que tanto me costó encontrar esa mañana, saqué un bizcocho , que yo sabía que era de los preferidos de mis compañeras. Que rico, me decían ¿cuántos cumples? Eres una jovencita.

Bueno, nadie se acuerda que hoy es mi último día. Mejor así es menos dura la despedida. Me iré como cualquier día y no volveré, me decía para mí.

La mañana estaba a punto de acabar, cuando sin que yo me percatase me llamaron para una urgencia. Venga! Necesitamos que vayas, tú con tu experiencia es quien mejor atenderá ese asunto, me dijo muy seria la enfermera. Y dirigiéndome hacia la sala de emergencias, iba protestando yo solita, pues vaya y justo tiene que ser un cuarto de hora antes de mi última jornada.

Allá entré dispuesta a todo, como siempre , y allí me quedé paralizada ante todos mis compañeros con una pancarta; que a saber de donde habían sacado, que ponía " Te echaremos de menos"- Un nudo me fue subiendo desde el estómago hacia la garganta, que pensé me ahogaría hasta que salió en forma de lágrimas por mis ojos.

Hoy, ya más tranquila, lo rememoro y sigo emocionándome. Y reflexiono, mirar atrás me emociona y mirar adelante , me da tanto miedo.

Pero ahora tengo todo el tiempo del mundo, bueno cuando acabe el dichoso papeleo, y haré todo lo que no pude antes, o mejor dicho, lo haré sin presión de tiempo. Porque siempre he hecho lo que me ha gustado, eso sí, dosificado en pequeñas porciones. Quizá viaje, o haga comidas elaboradas, o cosa vestidos de verano o lea, sin miedo a quedarme despierta hasta las tantas.

Pero esta etapa, también me remueve por dentro, es cerrar una puerta a la que jamás volverás a llamar, es dejar de ser productiva para la sociedad, al menos económicamente. Mi cuerpo, también ha cambiado, ya no es el mismo, no me sigue en mis locuras como antes. Tantos cambios, tan de repente. No sé , esto creo que se llama Vivir. Ir creciendo, cambiado de etapa, y esta es la etapa del júbilo, pero me siento algo triste. En fin seguiré viviendo , hasta que deje de respirar. Y con lo que tengo, que es tiempo, haré lo que en cada momento convenga. Hoy, me voy de comida para celebrar, no sólo la jubilación, sino que además me he jubilado con amigas, con las que en esta etapa quemaremos cartuchos juntas.

Vivir cada momento, cada etapa y cada minuto, tanto lo  bueno como no tan bueno eso es Vida.




Comentarios

  1. Me encantaaaa me lo prestas que bonito se ve con un corazon alegre precioso un abrazotee😘😘😘😘💖

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