Paredes de papel

 En mi casa las paredes parecen de papel, como decía mi madre. Todo se oye desde la cisterna del váter del vecino de arriba, hasta las canciones que canta mi vecina cuando hace las labores de casa. 

Pero hoy se me ha puesto la carne de gallina, he oído sin querer unos gritos, y parecen de una mujer. No sé qué hacer. Comenzaron a las dos de la mañana, en principio parecían jadeos y sonidos rítmicos. Yo con mi mente algo verdusca, pensé que mi vecina estaba dándole una alegría al cuerpo. La duda llegó cuando de pronto todo quedó en silencio y se escuchaban voces de hombre. Pero no una, sino varias. Ese fue el momento en el que empecé a prestar atención a lo que sucedía al otro lado de la pared. 

Unas voces masculinas hablando atropelladamente, quitándose la palabra uno al otro. No entendía lo que decían, pero hablaban en tono agresivo. La mujer, ósea mi vecina, se nota que está llorando. Uno de los hombres alza aún más la voz y consigo distinguir un "No" seco y enérgico. 

En ese momento enciendo la luz de mi habitación y me siento en la cama mirando a la pared, como si mirando con los ojos entrecerrados pudiese ver lo que sucede al otro lado de la fina pared. 

Mi vecina grita un adelante, como si invitase a pasar a la estancia a alguien que ha llamado a la puerta. ¿Qué pasa ahora? ¿Qué es eso? Una serie de sonido como si chirriase algo. Alguien jadeando como si hubiese corrido mucho. Y otro sonido como si alguien descorchase una botella. Oh no, también se parece a cuando disparan una pistola de esas con silenciador. 

Ya no puedo más me pongo de pie encima de la cama y comenzó a golpear la pared y gritando anuncio que voy a llamar a la policía. 

Me callo y ahora no oigo nada, el silencio es estremecedor. ¿Qué habrá pasado? Quizá han matado a mi vecina después de violarla. Pongo la oreja en la pared, para percibir algún sonido y oigo claramente.

 "Manolo, te has vuelto a dejar la televisión encendida, y a todo volumen. Cualquier día los vecinos nos denuncian a la policía"